Notas sobre la prueba piloto de la EBAU

Notas sobre la prueba piloto de la EBAU

(Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad)

De acuerdo con la aplicación de la Ley orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de educación (LOMLOE), el Ministerio de Educación ha implementado una prueba piloto con la orientación competencial que se desprende de dicha ley.

La prueba de Lengua castellana y Literatura que se administró el pasado 14 de marzo de 2023 a alumnado de primero de Bachillerato de 50 centros del Estado ya dejó entrever su orientación. A día de hoy, ya han aparecido bastantes comentarios sobre dicha prueba, a favor y en contra, pero, sin entrar en polémica, queremos destacar tres aspectos de ella.

1. El protagonismo del texto. La prueba contiene tres textos de tipología bien distinta (un artículo de opinión, una estrofa de un poema y una infografía firmada y promovida por el Ministerio de Sanidad). Desde este punto de vista, debemos felicitarnos de que en una prueba de estas características los aspirantes a superarla se expongan a textos tan diferentes, que tienen, en este caso, como denominador común el tema del paso del tiempo.

2. Los contenidos aplicados. Es una evidencia que la prueba se aleja de un examen memorístico y de comprobación de los saberes de los examinandos. En ella se adivina la voluntad de que el examinando aplique lo que sabe de la lengua al responder a unas preguntas que implican el conocimiento de un saber gramatical. No hace falta entrar a detallar la acertada manera o no de integrarlos, pero, ciertamente, los aspirantes deben conocer y dominar unos conceptos a fin de responder adecuadamente a las preguntas.

3. La evaluación objetiva. Todo el mundo sabe lo difícil que es obtener un resultado fiable, objetivo y válido de una evaluación. Sin embargo, los ítems de la prueba que piden una respuesta cerrada dan una información bastante objetiva de los conocimientos de los examinandos, aunque no sean suficientes para una calificación global. Ahora bien, la prueba también incluye ítems de respuesta abierta en los que los examinandos deben elaborar textos, cuya corrección consiste en unas rúbricas que confiamos que serán mejoradas en las implementaciones futuras de esta prueba.

En resumen, la orientación que hemos vislumbrado en la prueba piloto nos reafirma en el planteamiento que la editorial ha aplicado en la confección de los materiales de Bachillerato. La firme convicción de que el texto debe ser uno de los protagonistas en la enseñanza de la lengua, que el saber gramatical debe garantizar la mejora de los usos lingüísticos y que la objetividad en el discurso debe presidir tanto la transmisión de los conocimientos como la evaluación de los aprendizajes.
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