Matemáticas. Trabajar a partir de situaciones de aprendizaje

Matemáticas.
Trabajar a partir de situaciones de aprendizaje

La transformación educativa a la que asistimos desde hace unos años pretende garantizar que todo alumno o alumna sepa movilizar los aprendizajes adquiridos para responder a los principales desafíos a los que tendrá que hacer frente a lo largo de su vida. Este es el espíritu que da cuerpo a la Recomendación del Consejo de la Unión Europea de 22 de mayo de 2018, relativa a las competencias clave para el aprendizaje permanente. El objetivo de los aprendizajes no es la acumulación de contenidos, sino aprender a utilizar lo que se sabe para encontrar soluciones a las necesidades que se plantean en el mundo real.

Una de las competencias clave diseñadas es la competencia matemática y competencia en ciencia, tecnología e ingeniería.
Transformar la enseñanza de las matemáticas y su adecuación a este nuevo marco se percibe como una necesidad ineludible. Para que esta enseñanza sea eficiente, debe tener relación con la realidad y ser cercana a los niños y niñas, y relevante para la sociedad. Dicho de otro modo, los estudiantes tienen que aprender matemáticas desarrollando y aplicando conceptos y herramientas matemáticos en situaciones de la vida que tengan sentido para ellos.
Si uno de los objetivos esenciales de la enseñanza de las matemáticas es hacer que los alumnos aprendan a resolver problemas, disfruten solucionando todo tipo de situaciones adecuadas a sus capacidades y aprendan matemáticas de una forma más científica, se deberán potenciar la investigación y el razonamiento. Esta visión de las matemáticas pretende despertar y poner en marcha la capacidad de descubrir e investigar que tienen los niños y niñas.
La resolución de situaciones problemáticas debe volver a ser el punto de partida y llegada de las matemáticas, y tener como objetivo más importante la capacidad de aprender a investigar, de aprender a razonar.
Las matemáticas constituyen un conocimiento instrumental indispensable, y uno de los ejes fundamentales de su aprendizaje es la resolución de problemas, que permite poner en acción los otros ejes de la competencia matemática. Por lo tanto, hay que trabajar en el contexto de situaciones de aprendizaje conectadas con la realidad y que inviten al alumnado a la reflexión, a la colaboración y a la acción.
Así pues, hay que abordar esta área a través de la manipulación, la utilización progresiva y continua de recursos digitales, y el trabajo sobre situaciones de aprendizaje que propicien la investigación, las conexiones y la comunicación y representación.

Entender una situación problematizada es el primer paso hacia su resolución.
El método Quinzet Derive propone un trabajo por acciones y competencias en el que se pueda crear una situación de aprendizaje en cada propuesta de actividad. En esa situación de aprendizaje, a partir de la investigación, se tienen que poder poner en juego todas las competencias específicas del área, y estas tienen que poder conectarse con los sentidos matemáticos o saberes entendidos como el conjunto de conocimientos, destrezas, valores y actitudes relacionados con contextos en que se puede desarrollar el aprendizaje competencial.
Veamos un ejemplo de cómo las propuestas del método Quinzet Derive nos abren el camino para que se pongan en marcha las competencias clave y nos proporcionan una diversidad de estrategias que implican tomar decisiones, conjeturar y conectar con otros conocimientos (matemáticos o del entorno), al mismo tiempo que se desarrollan destrezas personales y sociales.
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